Este viernes 24 de febrero, se cumple un año de guerra entre Rusia y Ucrania, y a pesar de las restricciones y sanciones económicas que Occidente ha puesto a Rusia, la economía rusa sigue fuerte.
Hace un año, al inicio de la guerra, economistas y políticos hablaron de las consecuencias que tendría Rusia al invadir Ucrania, entre esas consecuencias se hablaba de una gran caída del PIB. No obstante, esa “gran caída” no ha ocurrido todavía.
Un año de guerra y la economía rusa sigue fuerte
A pesar de las nueve sanciones impuestas al día de hoy (23 de febrero de 2023) la economía rusa sólo registro un descenso cercano al 2% en el PIB, contra un 15% que se pronosticaba al comienzo de la guerra.
Según la agencia de estadísticas Rosstar, el PIB de Rusia cayó solamente un 2.1% en el 2022.
Aunque muchos observadores ponen en duda la fiabilidad de las cifras de las autoridades rusas, la economía del país parece haber resistido mejor de lo esperado el choque de las sanciones occidentales.
Incluso se espera que la economía rusa tenga un crecimiento del 0.3% este año, según el Fondo Monetario Internacional.
Una de las principales razones por las que la economía de Rusia sigue fuerte es por la exportación de combustibles fósiles, pues a pesar de que la Unión Europea redujo sus importaciones de gas en un 55$, Moscú encontró otros socios comerciales como Turquía, India y China.
Sin mencionar, la subida de precios de los hidrocarburos en 2022.
Rusia logró aumentar sus importaciones un 48%.
Otro sector que también ayudo a la economía rusa es el sector agrícola que, según Vladimir Putin, para mediados de este año lograrán aumentar el volumen total de las exportaciones de cereales hasta 60 millones de toneladas.
En opinión de Chris Weafer, quien trabajó 25 años como asesor de inversiones en Rusia, una década de sanciones ha vuelto a Rusia un país más independiente en el sector industrial y en la producción de alimentos.
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