De acuerdo al Centro Católico Multimedial (CMM), México se convirtió en 2022 en uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio.
Registraron más de 800 extorsiones, amagos y amenazas contra sacerdotes a lo largo del año, principalmente asociados a fraudes y apropiación ilícita de recursos de las víctimas.
El caso de algunos cardenales y arzobispos llegaron al CMM, como son el del cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara; Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, y Rafael Sandoval Sandoval, obispo de Autlán.
En tanto, ejemplificaron que, algunos cárteles que operan en el norte de Jalisco y Zacatecas piden “derecho de piso”, lo que significa la mitad de lo que recaudan en eventos religiosos.
Asimismo, al menos siete sacerdotes han sido asesinados: José Martín Guzmán Vega en Tamaulipas; José Guadalupe Popoca Soto en Morelos; Gumersindo Cortés González en Guanajuato; Juan Antonio Orozco Alvarado en los límites de Durango y Zacatecas.
José Guadalupe Ricas en Tijuana; Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar de Chihuahua también integran la lista.
En las semanas recientes, un grupo de sacerdotes le pidieron al gobierno reforzar la seguridad en México.