Hace tan solo una semana, ‘The Walking Dead’ emitió el último episodio de su serie para televisión. Después de una década, la historia de los supervivientes y los caminantes acabó, cerrando para muchos un ciclo en el entretenimiento.
Si bien, los zombies no son tan populares ahora como hace 10 años, está claro que TWD ha dejado una marca. Probablemente su logro más grande, es que no solo dejó huella en la televisión, sino también en los videojuegos y no hay mejor ejemplo que su juego desarrollado por Telltale Games.
Hay algo en este juego que todavía sorprende hasta ahora. Se trata de esos títulos que marcaron a una generación entera por ser el punto de enganche para varios a una narrativa más humana y cruel.
Lanzado en 2012, el título fue hecho por Telltale Games, una desarrolladora conocida por su gran capacidad de contar historias. Tomando el universo de The Walking Dead y creando sus propios personajes, entregaron una de las tramas más profundas de su época.
Iniciar la historia de Lee y Clementine es significativo, sobre todo para aquellos que lo disfrutamos a una edad joven. Ver como este desconocido se pone a sus espaldas la responsabilidad de cuidar a una niña, es una experiencia que, en su momento, impactó a más de uno.
Claro, el título ha envejecido regular y viéndolo en perspectiva hay cosas que no cuadran o funcionan del todo. Pero, si nos ponemos en su tiempo y recordamos las expectativas que muchos tenían sobre un juego de zombies, el título sorprende y no se queda atrás.
Aunque solo sea un ‘point and click’ con brevísimas intervenciones del jugador, no se siente lento ni mucho menos. Es una historia, como leer un cómic y tener cierto control sobre el mismo. Un bonito experimento que consolidó al género. Pero, sobre todo, demostró que las historias de zombies eran algo más que solo terror.