Maurilio Amado Gómez de 61 años de edad camina por las calles del centro histórico de Durango con un mensaje colgado en su pecho, “soy invidente, favor de ayudarme con lo que sea su voluntad”.
Hace 30 años que este adulto mayor perdió la vista totalmente, la inhalación de thinner fue lo que ocasionó su afectación, le quemó el nervio óptico, desafortunadamente era adicto. El adulto mayor le pide a quienes consumen este tipo de sustancias toxicológicas que se retiren de ellas, el vicio, las adicciones no dejan nada bueno.
Don Maurilio vive en la ampliación Hector Mayagoitia en la calle Cesar Guillermo Meraz número 212, por si alguna persona lo quiere visitar para brindarle ayuda, o también pueden encontrarlo diariamente desde las 09:00 de la mañana hasta las 17:00 horas en la calle 20 de noviembre frente a la arquidiócesis, ahí es donde se sienta en la banqueta para solicitar ayuda con alguna moneda.