Crisis alimentaria lastima a 109 mil personas en el municipio de Durango; esta pobreza es uno de los indicadores que urge abatir, declaró el director de Desarrollo Social, Jorge Herrera.
La carencia alimentaria, pobreza alimentaria o crisis alimentaria; como le gusten llamar, es cuando una persona no recibe los nutrientes suficientes para gozar de una buena salud y desarrollo.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advierte que una mala alimentación perjudica el desarrollo de las niñas y niños, interfiere en su aprendizaje, debilita su sistema inmunológico y aumenta el riesgo de infecciones, y en muchos casos, de muerte.
Jorge Herrera Castro, titular de la Dirección Municipal de Desarrollo Social y Humano, anunció que este 2023 se activará un proyecto para reducir el costo de la canasta básica y que sea accesible para las familias pobres comprar leche, huevo, carne, verduras, granos y leguminosas.
Alimentos que serán llevados a las colonias de alta y muy alta marginación.
Otras carencias que, por indicaciones del alcalde Toño Ochoa, son prioridad es el rezago educativo y la carencia de servicios básicos; rezagos que también serán atendidos este 2023.
Hay sesenta mil personas, mayores de 15 años, que no saben leer y escribir; analfabetismo que urge erradicar porque de lo contrario son familias que tardan hasta tres generaciones para superar esta pobreza educativa, “si logramos que papá o mamá terminen su primaria, en automático se elevan las probabilidades para que sus hijos estudien y salgan adelante”.
En relación a la carencia de servicios básicos como agua, drenaje y electricidad; se coordinarán varias direcciones para desarrollar las obras y además, se abrirán ventanillas para recibir solitudes e las familias que requieran un apoyo; los cuales llegarán de manera directa a los beneficiarios para evitar que sean usados de manera político-partidista.