Hay pocos juegos que llevan más de una década existiendo y han superado la prueba del tiempo. Claro, la nostalgia siempre da una mano para que nuestra concepción sobre un producto específico sea mayor de lo que en verdad ofrece. Esta afirmación no aplica para The Binding of Isaac.
Este título es uno que en verdad tiene historia. Inició siendo un juego flash que poco a poco escaló hasta encontrarse en todas las plataformas que pudo. Aunque su verdadera casa siempre será el PC.
Lanzado en 2011, este título causo cierta euforia en un nicho muy preciso de jugadores. Era un juego de PC, un auténtico éxito de su momento debido a varios factores. Para empezar, estaba su diseño, el cual tenía claras inspiraciones de roguelikes como The Legend of Zelda. Pero a la vez, tenía un toque propio, algo incluso inquietante a pesar de tratarse de ilustraciones de caricatura.
Su jugabilidad fue una maravilla técnica. Este título por sí solo reinventó el género de mazmorras hace una década. Con salas generadas aleatoriamente, power ups creativos y el subtexto perturbador de fondo, le dio una nueva vida al género. Por algo no es sorpresa ver como después de su salida muchos otros llegaron para copiar la formula, aunque con resultados más o menos exitosos.
Aunque ahora demos por sentado el mazmorreo aleatorio, The Binding of Isaac fue un auténtico parteaguas para la industria. Por algo todavía lo tenemos entre nosotros, entregando nuevas partidas y experiencias a los nuevos jugadores que se acercan a él. Pero para aquellos que lo conocimos en sus humildes orígenes, regresar al juego se siente como entrar a un museo y ver que una experiencia que viviste ahora es parte de la historia.
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