De acuerdo a la versión de familiares, un abuelito era muy sano, pero falleció después sufrir un infarto.
El abuelito que era muy sano, tenía su domicilio en la ciudad de Durango, justo en el que falleció durante la tarde de ayer.
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Tomás Ortiz, era el nombre del señor que, a sus 91 años de edad, su familia lo consideraba muy sano, solo que durante el último mes su corazón empezó a fallar.
Con domicilio en la calle Alfonso Corona del Rosal, de la colonia Santa Fe, en la ciudad de Durango, don Tomás se puso mal durante la tarde de ayer.
Al llamar sus familiares al número de emergencias 911, poco después llegaron paramédicos de la Cruz Roja, pero ya no le encontraron signos vitales.
Por esa razón solicitaron la presencia del personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), que llegó para realizar las diligencias.
Fue el señor Jesús Manuel, de 63 años, hijo del ahora occiso, quien comentó que su padre siempre fue muy sano, pero que a principios de este mes le dio un infarto.
Al adulto mayor lo atendieron en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), de donde lo dieron de alta.
Sin embargo, ayer como a las 15:00 horas al parecer le dio otro infarto, pero eso se sabrá una vez que se le practique la necropsia de ley en el anfiteatro de la institución.